Hacía tiempo que tenía ganas de intentar hacer este pastel, ya que un familiar mío lo ha hecho en diferentes ocasiones y siempre me había parecido muy bueno. Ella lo hace con la Thermomix, por lo que imagino que es una de las recetas que viene con este robot de cocina. Como yo no tengo Thermomix, he cogido las 4 indicaciones que ella me dio y alguna receta que he encontrado online (en concreto ésta de Directo al Paladar) y la he adaptado al mundo sin gluten.
Tengo que deciros que es un pastel muy fácil de elaborar y, dado que no necesitamos usar el horno, creo que es prácticamente imposible que salga mal. Yo era la primera vez que lo hacía y, la verdad, es que fue un triunfazo total. A todo el mundo le gustó mucho el resultado. Así que… empezamos con la receta.
INGREDIENTES
– 200 gr. de galletas maría
– 100 gr. de mantequilla
– 150 gr. de chocolate negro para fundir
– 150 gr. de chocolate con leche para fundir
– 150 gr. de chocolate blanco para fundir
– 600 ml. de nata líquida (200 ml. para cada una de las capas)
– 600 ml. de leche (200 ml. para cada una de las capas)
– 3 sobres de cuajada (1 sobre para cada una de las capas)
ELABORACIÓN
Antes de nada, deciros que yo usé un molde redondo de unos 20 cm. de diámetro, así que si usáis cualquier otro tipo de tamaño, evidentemente el grosor de las capas de chocolate variará.
Lo primero que hay que hacer es coger los 200 gr. de galletas y triturarlas. Yo usé las galletas maría sin gluten de la marca Gullón, que tienen una textura bastante arenosa y eso hace que se deshagan muy fácilmente. Paralelamente, tenemos que haber derretido la mantequilla (lo mejor es calentarla al baño maría). A continuación, mezclamos bien la mantequilla con las galletas trituradas hasta formar una masa uniforme. Cogemos esa masa y la extendemos en la base del molde, que habremos forrado previamente con un poco de papel de horno. Ahora metemos el molde en la nevera para que se vaya solidificando la base de galleta mientras preparamos el resto del pastel.
Vamos con la primera de las capas. En un recipiente, mezclamos 100ml. de leche con el sobre de cuajada y lo removemos bien hasta que la cuajada se deshaga sin que queden grumos. Por otro lado, echamos en una olla pequeña o un cazo los 200ml. de nata líquida más los otros 100 ml. de leche. Cuando ya esté un poco caliente, echamos los 150gr. de chocolate negro. Lo removemos hasta que el chocolate se haya deshecho y, a continuación, echamos también la leche con la cuajada. Lo llevamos a ebullición sin dejar de remover. Una vez hierva, lo retiramos del fuego, y lo volcamos con cuidado en el molde sobre la base de galleta. Lo dejaremos reposar mientras vamos preparando las siguientes capas. No hace falta que lo volváis a meter en la nevera, si lo dejáis a temperatura ambiente, es suficiente.
Ahora haremos el mismo proceso, primero con el chocolate con leche y después con el chocolate blanco. Con lo único que tenéis que ir con cuidado es con el volcado en el molde. Para evitar que, al volcar las nuevas capas, la que ya está en el molde se deforme con el peso del líquido, usad una cuchara o una espátula y vertid sobre ella el líquido.
Una vez hecho todo esto, sólo queda meterlo en la nevera y dejarlo allí como mínimo 6 horas, para que la cuajada haga su trabajo. Y después… a desmoldar y a comer!! Ya veréis lo bueno que está!!