Esto ya parece más un blog de viajes que una página de restaurantes de Barcelona, pero todo tiene una explicación. Los últimos meses he estado trabajando a tope en un proyecto y, entre el poco tiempo que he tenido para salir por ahí a cenar y que al final los restaurantes «sin gluten» de Barcelona son los que son, no he tenido tiempo de escribir posts sobre sitios de la ciudad. Prometo en breve poner todo esto un poco al día, pero mientras tanto, os cuento cómo he sobrevivido durante mi reciente viaje a México.
En primer lugar está el vuelo. En esta ocasión viajé con Aeroméxico y la experiencia fue mejor que con otras compañías, especialmente en el vuelo de ida (la comida de la vuelta fue peor). Os dejo la foto de uno de los menús que me sirvieron, aunque es comida típica de avión. Lo más destacado es que para la merienda me dieron un bocadillo de tortilla hecho con pan de molde sin gluten. Eso me sorprendió, ya que normalmente a los celíacos nos dan fruta o tortitas de arroz. A mí me han llegado a dar hasta una bandeja de verdura para merendar. Así que un punto a favor de Aeroméxico!
Una vez en Ciudad de México os he de destacar tres lugares esenciales allí. El primero es La Otilia, un sitio que, como el subtítulo del local indica, es una «Gluten Free Bakery». Yo fui a desayunar dos veces allí. La carta es muy amplia y podéis encontrar desde sandwiches y tortitas, hasta platos típicos mexicanos y tartas. A destacar, los huevos rancheros, los chilaquiles y los molletes. Yo pedí esto último las dos veces que fui y me encantaron.
El segundo sitio clave es Pan Gabriel, una panadería libre de gluten. Tienen varios locales en la ciudad. Al que yo fui es simplemente una tienda. Me refiero que no es un sitio donde puedas sentarte a tomar algo, pero tienen pan de molde, bollitos y una pequeña variedad de pastas: croissants, rollitos de canela, cookies… Va muy bien para llenar la despensa y poder hacerte bocadillos para las excursiones y tener cosas para desayunar tranquilamente.
El tercer sitio importante es Antica Forneria, un restaurante italiano que tiene en la puerta un cartel bien claro que indica que tienen pizzas sin gluten aptas para celíacos. Una vez allí, preguntamos a la señora del local cómo es que tenían cosas sin gluten, ya que en México desconocen bastante el tema de la celiaquía y es altamente difícil encontrar restaurantes de los que te puedas fiar (a pesar de que basan su dieta en el maíz, pero bueno). La señora nos contó que un familiar suyo tiene problemas con el gluten y por eso decidieron dar ese servicio. Allí podéis pedir lasagna, pasta o pizzas y se aseguran de prepararlo todo aparte y con cuidado. Las salsas que te ponen son sin gluten y preparan unos palitos de pan que son una delicia. Ah!! Y tienen cerveza sin gluten: la Ocho Reales!! El único sitio de todo México donde pude encontrar una, ya que ni siquiera en los supermercados había.
Nota aparte: en los supermercados grandes tipo Superama encontraréis sin problema productos sin gluten de Schär, Gullón, Santiveri… Por lo menos eso sí que te facilita bastante las cosas.
Una vez nombrados los imprescindibles, os comento más sitios de Ciudad de México donde podéis comer. Tuvimos que realizar una investigación previa al respecto y hablar con los chefs de los lugares antes de ir, pero valió la pena. El primero al que fuimos es La Lanterna, otro restaurante italiano donde tienen pasta sin gluten y donde el chef nos atendió personalmente. El único problema es que toda la opción sin gluten se limita a eso: un plato de pasta. Pero bueno, estaba muy rica y siempre está bien poder ir a comer o a cenar a algún sitio!!!
El otro lugar al que fuimos es bastante más espectacular. Se trata de El Balcón del Zócalo, un restaurante situado en el piso superior del Hotel Central que se encuentra en pleno Zócalo o Plaza Mayor de la ciudad. Las vistas son estupendas y la comida también. Nos atendió la chef, con la que ya habíamos hablado previamente por teléfono, y nos explicó todo lo que yo podía pedir, que eran bastantes cosas. Al final compartimos un par de platos de primero (tostada de habas con escamoles y aguacate con chicharrón) y después yo pedí un magret de pato. No es un sitio barato, pero merece mucho la pena y fue el sitio donde mejor comí de todo el viaje.
El último sitio al que fuimos en Ciudad de México es un local de la cadena P.F. Chang’s. Ya había estado en esta franquicia cuando visité Boston y sabía que tenían una pequeña carta específica sin gluten. De hecho, creo que pedí lo mismo que la otra vez: los Singapore noodles. Tienen también salsa de soja «gluten free» para acompañar.
En este viaje también salimos fuera de la capital para visitar otras zonas del país. En concreto, estuvimos en Guanajuato, Puebla y pasamos cinco días por la zona de Yucatán. En esos sitios era complicado comer fuera, pero en la ciudad de Mérida fuimos a cenar a un restaurante coreano. Tras mi viaje a Seúl, sé que las barbacoas coreanas son seguras, ya que son básicamente carne que cocinas tú mismo en tu mesa, acompañada de lechuga y varios platillos de cosas, la mayoría de ellos de ingredientes «puros» como champiñones o cebolla. Así que puedes descartar directamente los platillos no aptos (el kimchi y los que lleven alguna salsa) y comer tranquilamente tu carne a la barbacoa elaborada por ti. Concretamente, el sitio que visitamos se llamaba Korean Grill & Ice Cream y me pareció la mar de fiable.
Y hasta aquí mi experiencia culinaria en México. Espero que os sirva de algo y os anime a ir a un país con mil cosas maravillosas que ver y descubrir. Si vais, no dejéis de bañaros en un cenote y de visitar algunas de las impresionantes pirámides que tienen. Vale mucho la pena.
Parece que han abierto nuevos restaurantes y cafeterías sin gluten en CDMX… habrá que volver!
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