COPENHAGUE

El otro viajecito de este verano lo hice a Copenhague. En realidad, de los 5 días que estuve allí, solo puedo hablaros de 3 sitios donde comer, ya que en un par de ocasiones comí un bocata elaborado con cosas que me llevé desde Barcelona. De todas formas, la experiencia fue buena, así que ahí van mis 3 recomendaciones.

La primera es Sticks’n’Sushi. Como deduciréis por su nombre, se trata de un japonés también especializado en sticks o pinchitos. Pedí unos makis y unos sticks de pollo que estaban muy buenos (confieso que a mí el sushi me pierde), y también tenían salsa de soja y cerveza sin gluten (aunque yo pedí una copa de vino). Todo ello sale por unos 25 euros. No es barato, pero para los precios de Dinamarca, no está mal.

Al día siguiente fuimos a Papiroen (Paper Island) y visitamos el mercado de comida que hay allí. Estos mercados son una buena solución para comer algo rápido, desenfadado y barato. En Papiroen descubrí Brass, el único de los stands que es 100% sin gluten. Allí pedí uno de los wraps que elaboran, que son bastante completitos y sanos. No encontré ninguna cerveza sin gluten, pero bebí una sidra bien buena que me recomendaron en uno de los puestos.

El tercer día fuimos a otro de los mercados de comida de la ciudad, en este caso a Torvehallerne. Allí hay 2 o 3 sitios donde leí que tienen cosas sin gluten, pero yo me decanté por un vegetariano llamado Paleo, después de que la chica de allí me asegurara que todo lo que elaboran es gluten free. Las ensaladas y hamburguesas (no eran de carne) tenían una pinta estupenda, pero de nuevo pedí uno de los wraps y unos chips de boniato. Para encontrar una cerveza tuve que ir a otro de los stands, pero por fin pude probar una cerveza sin gluten en Dinamarca. Tenían de 3 tipos, pero me decanté por una artesanal que tenía una lata que me pareció muy original.